lunes, 25 de agosto de 2008

Cap. 1 Problemas de Faldas




The Circus

Summary: “…Pasad y maravillarse con Luciana, la mujer barbuda”, cuando crees que ya lo has visto todo, das de bruces con un lugar diferente a cualquier otro, pues no es solo un circo, es EL circo. Universo alterno, sin magia…por lo menos con varita. No slash.

Disclaimer: Ningún personaje de importancia es mío, yo solo los amenazo con secuestrar al gato para que me obedezcan. Y si Hermione, Crookshanks está a salvo…por ahora...

Dedicado a Dannia mi Beta de cabecera por corregir mi horrografía, sigo bailando de alegría niña...


Cap.1 “Problemas de faldas”
En una época donde los gitanos y feudales eran tan comunes como los vagabundos y ejecutivos de hoy día, la gran Malfoy Manor, era escenario de un singular acontecimiento, el hijo único y heredero de Los condes Malfoy, Draco Lucius Jr. estaba en sus aposentos principales acompañado de su mejor amigo el Marqués Blaise Zabini, y ahí, viajeros es dónde comienza nuestra historia.

-¡El rosa no!-Gritó Draco enfurecido a un sonriente moreno.
-Vamos, el rosa es tu color-insistió conteniendo carcajadas el chico
-Por última vez Blaise, ¡el verde he dicho!- Vociferó el heredero Malfoy con toda la dignidad que le quedaba considerando el corsé que portaba.
-Bien, pero yo insisto en que el rosa es más femenino- contestó el joven de ojos verdes y facciones más varoniles mientras le pasaba otros tres lujosos vestidos, entre ellos el mencionado verde.

-Capullo...-masculló el platinado mientras, entre forcejones, se metía el vestido.
-Demasiado escotado -comentó Blaise sin evitar una sonrisita ante la ridícula situación.

Draco no respondió nada, pero después de evaluarse en el espejo oval de cuerpo completo que se encontraba en su suntuosa habitación, se quitó el vestido a regañadientes y tomó otro de color púrpura, mientras tanto Blaise examinaba toda la indumentaria que estaba desperdigada por el lugar, aún sin poder creer lo que estaban a punto de hacer, una sonrisa se extendió por el rostro del moreno ante la visión de su mejor amigo y Casanova redomado, mirándose en un espejo mientras se medía un vestido tras otro; sin darse cuenta dejó escapar un suspiro de preocupación, después de todo, lo que se proponían hacer era más peligroso que acabar con su reputación, si algo salía mal podían incluso jurar que se acabaría su vida; es curioso como a veces el destino nos esconde la libertad en las cosas más extrañas, en el caso de Draco, entre faldas de mujer.

-Con ese pareces mi abuela-soltó mordazmente el heredero Zabini ante un vestido negro que el rubio traía en ese momento cubierto hasta la barbilla, el aludido sonrió sarcástico y un sentimiento de agradecimiento se instauró en su pecho, después de todo, estaban a punto de hacer la mayor estupidez de su vida y contra todo pronóstico de racionalidad Blaise estaría con él.
-Es extraño- atajó Draco como quien no quiere la cosa -es el vestido que se puso mi madre en su funeral -termino con aparente seriedad, cualquiera que no lo conociera se ofendería, pero Blaise Zabini nunca había sido cualquiera.

Ambos amigos estallaron en carcajadas que fueron cortadas de tajo al escuchar que llamaban a la puerta, se voltearon a ver con idénticos gestos de terror e inmediatamente dirigieron la vista a la puerta esperando que en cualquier momento estallara a pedazos. Apurados empezaron recolectar todas las prendas que estaban regadas por la cama, el suelo, el armario, las alfombras, el escritorio...Draco se maldijo mentalmente por no haberle hecho caso a su nana y ser más ordenado; la corredera paró cuando en vez de una explosión escucharon una melodiosa voz de mujer bastante conocida por ambos.

-¿Draco?, ¿Blaise?, soy yo- inquirió nerviosa la mujer
-Yo abro- reaccionó el moreno dirigiéndose a la puerta mientras el rubio se escondía detrás de un biombo que estaba en la esquina de la amplia habitación.-Hola Narcisa
-Hola Blaise querido- respondió la mujer depositando un maternal beso en la mejilla del joven y examinando el cuarto de su vástago con la mirada- sal de ahí hijo, no tenemos tiempo para pudores, y por Dios que yo te parí- terminó la distinguida mujer mientras abría una valija que traía consigo.

Al joven no le quedo de otra que obedecer a su progenitora salió ruborizado como nunca en su vida.

-El negro no es tu color cielo-comentó la mujer mientras le acercaba un hermoso vestido de seda azul cielo y bordados turquesas, con un poco de trabajo logró acomodar todo en su sitio, y llevando a su hijo aún medio asfixiado por el recién ajustado corsé, lo sentó y procedió a buscarle una peluca e indumentaria a juego.-Pero no te quedes ahí sentado Blaise, corre a cerciorarte que el carruaje haya llegado, recuerda que debe llegar por las cuadras traseras.-instruyó Narcisa Malfoy mientras buscaba carmín para colocar en las paliduchas mejillas de Draco.

Zabini solo hizo un asentimiento y marchó a la tarea encomendada, dejando a Madre e hijo a solas.

-Madre...yo...-Se sentía realmente estúpido, omitiendo el detalle de que esta vestido de mujer; le costaba reconocer que estaba asustado, algo que iba en contra de sus principios, y más le costaba entender que no solo se preocupaba por él, sino también por Blaise y su madre, las únicas personas que realmente le importaban, y que por ayudarlo ahora también estaban en peligro.

-No -respondió Narcisa tajante
-Pero, yo cre...-insistió el chico un sin saber muy bien que iba a decir.
-No. He dicho que no Draco Lucius Malfoy- interrumpió enérgica la mujer- te prohíbo que te sientas culpable por mí, ciertamente si tu padre se entera que te ayudé a escapar...no la pasaré muy bien-dijo como si no fuera importante poder morir a manos de su esposo-pero éste es un riesgo que yo voy a asumir.

Draco la miró conmovido, y una vez más recordó porqué era la única mujer a quien realmente respetaba y, aunque no lo admitiría ni bajo tortura...quería.

-Eres lo mejor que he hecho en la vida hijo-comenzó suavizando un poco su siempre inescrutable gesto- y definitivamente no quiero la vida que yo llevé para ti, lamento no haberte dado una vida mejor, lo único que puedo agradecerle a...tu padre-escupió la palabra con amargura- es haberme regalado la oportunidad de tenerte, que quede claro hijo, que si decides quedarte, y seguir con...”Los negocios familiares”, yo te apoyaré, y estoy segura que Blaise igual, sin embargo, porque te conozco, sé que no lo harás, y eso me hace sentir muy orgullosa.-Terminó Narcisa desviando ligeramente el rostro después de su discurso, Draco estaba casi seguro que vio una lágrima por ahí, y avergonzado limpió la humedad de sus propios ojos.

Ninguno de los dos dijo nada más, desde el momento en que Lucius anunció que a era momento que Draco entrara a los Mortífagos, todos en la mansión sabían que al joven heredero solo le quedaban dos opciones, unirse o morir. Después de todo, era el último eslabón de dos largas familias, los Malfoy y los Black, mismas que como se sabía en todo Londres, eran la mano derecha de Lord Voldemort, descendiente de los Ryddle, y líder del movimiento Mortífago. Pero, también en la mansión sabían otras dos cosas, que el joven Malfoy era quizá el chico más cabezota de todo Londres y que también que el “señorito” jamás había gozado seguir órdenes de nadie y no pensaba empezar ahora, aunque se tratara del mercenario más influyente de toda Inglaterra.

Así que Draco, ayudado por su madre y mejor amigo idearon un plan, en el cual, disfrazando al rubio de damisela, lo harían pasar por la prima de Blaise a la cual el chico estaría acompañando como “escolta”, hasta salir de los dominios más cercanos de los seguidores de Ryddle y su padre, una vez en otro lugar Draco y Blaise empezarían sus propios negocios con un poco de dinero que Narcisa separó para ellos, en vez de quedarse a estafar y desaparecer gente “Por el bien común” como solían decir los bastardos a los que pertenecía el Sr. Lucius Malfoy. A Draco sin duda el dinero y el poder le resultaban atractivos, pero jamás estuvo dispuesto a agacharse ante nadie para conseguirlo.

Y Blaise, bueno, él era el hijo de unos ricos Marqueses fanáticos de las fiestas y viajes, la única razón por la que tuvieron un hijo fue para ser invitados a los cumpleaños de la alta sociedad, así que a los nueve cuando se mudaron a Londres y conocieron a los Malfoy encontró en Draco y Narcisa el hermano y la madre que siempre anheló tener, por lo tanto, si al rubio le daba por vestirse de chica para escapar de su destino impuesto, ¡que caray! El estaría con él para tenderle la mano al subir a la carroza y decir: “Permítame ayudarle señorita.”

Más no todo era tan fácil como parecía, pues evidentemente a Lucius no le agradaría la idea que su único heredero renegara de sus “obligaciones” y definitivamente no lo dejaría marchar sin más, eso sin contar que tenía contactos y aliados por todo el país a los que no les temblaría la mano si uno de sus líderes les ordenaba acabar con un “traidor”, pero todo sería mejor si sólo fuera eso, si su padre se enteraba que Draco y Blaise habían recibido dinero, ni pensar en apoyo de parte de su consorte, sin duda toda su ira caería sobre Narcisa y eso si no se lo podían permitir, por lo tanto sólo les quedaba rezar, y aunque Draco Lucius Malfoy casi nunca iba a la iglesia en ese momento sus oraciones eran tan devotas que harían sonrojar a una monja.

-Listo-comento la rubia mujer dedicándole una amorosa mirada su hijo, sacándolo de sus cavilaciones-Hubieras sido una hija hermosa-dejó escapar en broma para cortar el sentimentalismo del ambiente.
El platinado arqueó una ceja incrédulo, pero igual obedeció cuando su madre jaló su mano ligeramente para guiarlo al espejo.

-Todo arreglado, Sra. Nar...-dejó a media frase Blaise que venía entrando, no podía creer que “esa” fuera su amigo de la infancia, Narcisa era una maga.
-Querido, te he pedido mil veces que no me digas señora.-reprendió dulcemente la mujer divertida por los gestos sorprendidos de sus “hijos”
-Lo ves Draco, siempre dije que tenias cara de niña-soltó burlonamente el moreno mientras Draco gruñía por lo bajo aún sin reponerse de la impresión, es que de verdad su madre era buena, el vestido azul que le escogió era hermoso y contrastaba perfectamente con la pálida piel que caracteriza a su familia; en vez de su corte habitual, portaba una gran cascada de rizos rubios un poco más oscuros de su color natural lo cual afilaba aun mas sus angulosas facciones, sus ojos y labios se encontraban resaltados con sombras negras y pomada durazno respectivamente, portaba delicadas joyas a juego con los bordados turquesa del vestido, excepto aretes, pues a Narcisa no le pareció muy inteligente perforarle las orejas y que fuera llenando todo de sangre, con suerte ni lo notarían, para cerrar la indumentaria le colocó unas botas, las más cómodas que encontró y puso el mencionado carmín en sus mejillas; el efecto final era bastante bueno.
Ante la diversión de Narcisa empezaron a pelearse cual chiquillos

-¿Celoso Zabini?
-Claro Malfoy, siempre fue mi sueño ponerme un vestido- respondió Blaise con evidente sarcasmo
-Bueno, definitivamente no te luciría tan bien como a mí-exclamó altaneramente el rubio girando para presumir el vestido con exagerada coquetería.
-¿Por qué lo dices...?-Pregunto el chico entrecerrando los ojos-¡¿Es porque soy negro, cierto?!-dramatizó con aparente indignación.
-Por supuesto que no, imbécil-respondió Draco-¡Es porque eres feo!-gritó y empezó a correr pues Blaise se abalanzo sobre él.
Haciendo acopio de toda su seriedad y desechando el pensamiento de que tal vez esta sería la última vez que vería así de contentos y relajados a sus muchachos, Narcisa les recordó que era importante que partieran antes que se hiciera muy tarde o Lucius llegaría y el esfuerzo habría sido en balde.

Gracias al cielo los tres pertenecían a la aristocracia, y por lo tanto estaban habituados a fingir, Blaise le ofreció el brazo a Draco, un gesto exagerado, éste lo tomo farfullando blasfemias por lo bajo con su mejor cara de “soy el...Ejem...la reina del mundo”, escoltados por Narcisa aparentaron llegar a tomar el té, para que Blaise presentara a “Luciana” su prima segunda, pues la versión que le darían a todos es que Draco se había enamorado de la joven y huyeron juntos, con Blaise persiguiéndolos para restaurar el honor mancillado por su supuesto mejor amigo. Todo resultó perfectamente con el plan, varios sirvientes los vieron y ninguno los reconoció aunque se incomodó pues sintió varias miradas masculinas sobre él.

Al final, se dirigieron a las cuadras para abordar el primer carruaje después de breves abrazos y buenos deseos en miradas silenciosas subieron el equipaje que consta de varios vestidos y accesorios para aparentar , los chicos se opusieron pues no pensaban permanecer como mujer mucho tiempo, pero Narcisa insistió en que podía ser útil y que después podrían venderlos y tener más dinero, al final aceptaron y metieron otro baúl con ropa de hombre, supuestamente de Blaise, por si los detenían en una inspección.

Olvidando por un momento su situación ambos se abalanzaron hacia la carroza para empezar el típico “pido ventana”, mas una mirada de Narcisa basto para recordarles que había un cochero que no perdía detalle, Draco salió del paso diciendo:

-Cuidado primito con esas botas, no pienso ver ni una mancha en este vestido- a lo que el pelinegro rodó los ojos con un solo pensamiento en la mente: “¡Sublime! Si hay algo peor que tu mejor amigo se convierta en mujer, es también la peor pesadilla de cualquier chaperón, una mujer vanidosa”

El moreno guardó entre sus ropas el saco de dinero y sin mirar atrás ni una sola vez, subió al carruaje e iniciaron su viaje.


¿Jitomatazos?
¿No?
De acuerdo suspiro de alivio. Pues como se habrán dado cuenta, es un fic...diferente, bueno, por lo menos yo no me he topado con otro similar jeje, espero y les haya gustado, lo tengo contemplado como fic largo, la idea surgió en un día de delirio por gripa y recordé una imagen que vi de Penélope Cruz como mujer barbuda, empecé a delirar y no sé como surgió todo esto, ya tengo la estructura del fic, así que creo que me será mas sencillo escribir que al “haber que sale” que es mi modus operandus habitual, es un Dramione, y considero buena la trama, Mmm...Creo que las personalidades me quedaron demasiado ¿alegres?, pero me es imposible ver las tragedias sin algo de humor negro, bueno, ojalá y lo reciban bien, prometo más acción en el siguiente Cap. Y agradecería enormemente un Comentario, con sugerencias o solo para decir que os pareció.

Un besote sabor retoño-de-hurón-albino-botador.
Ansiosamente. Ginna

Agradecimiento especial para las chicas del ffnet:

-ly-draco

-beautifly92

-yequita

-Dannia

-MaykimAndromeda (Gemelita)

-malfoy.pride

-Angy Malfoy

-arrayan (es)

-CECIdeMALFOY

-tamiko-san

-Iamalonefordanny-19

-Shikita Malfoy Cullen

-albitta92

-AfRi PoTtEr

-RebecaNara

-threenames

-Marie Malfoy

-Sealiah

Por seguir mi historia a pesar de mis garrafales horrores ortográficos y dejar su comentario, me inspira y alegra mucho recibirlos, espero y sigan con este circo hasta el final.

1 comentario:

TILDITA dijo...

WIIII!ESTO SI QUE ES EXTRAÑO! PERO PINTA BIEN!SIGO LEYENDO...